La autora aconseja preguntar a un familiar, a un amigo o a un tutor cuáles son los puntos débiles como padre o madre, y después querer escuchar lo que nos dicen para descubrir algo nuevo y ser mejores.
No estamos preparados para ser padres, pero si para educar en Nuevas Tecnologías
Nuestros jóvenes…, “consideran que no están preparados para ser padres, pero sí lo están para incorporarse al mercado laboral e incluso se consideran preparados para educar a sus hijos en las Nuevas Tecnologías”.