Estos niños, además, pueden escuchar que hay más jaleo en las calles, los villancicos; tocar los adornos, oler los puestos de castañas… Las familias deben hacer lo posible por que sus hijos invidentes participen de todas las actividades que conlleva la Navidad. Hay que acercarles a todo aquello que no pueden ver, pero sí sentir. La forma de hacerlo es llevándoles in situ a los sitios donde se lleva a todos los niños en estas fechas y contarles y describirles el entorno y, si es posible, que palpen aquello que sea referente de la Navidad.
Niños hiperregalados en Navidad: tres claves para que no sea una pelea entre sus padres y el resto de la familia
Pactar con abuelos, tíos o primos el número y el tipo de obsequios que recibirá el menor durante las fiestas permitirá que viva unos días repletos de ilusión pero dentro de unos límites educativos. La sobreabundancia puede llevar a criar menores caprichosos, poco...