Llegan las fechas de navidad y, por desgracia, muchas personas separadas o divorciadas y con hijos, van a tener que pasar estas fechas tan familiares alejadas de sus hijos. Es una de las consecuencias más tristes, quizás, de las rupturas de pareja. Al margen de lo pactado de manera amistosa o no, lo más importante es la parte emocional que esto conlleva ya que a ningún progenitor le gusta pasar las navidades sin sus hijos.
A vueltas con la conciliación familiar
Un pequeño huracán está barriendo la estampa social española con suficiente fuerza como para que los ciudadanos estén alerta con estos aires que nos cercan cada vez más, ahogándonos en la impotencia. Hay situaciones institucionales, políticas, económicas, sociales y...