La familia -raíz de la sociedad- es la primera educadora de los hijos; solo así se genera(asistimos por tanto a una crisis de generatividad). La vieja Europa está muy avanzada técnicamente pero humanamente muy perdida: deseamos hijos como podemos desear comprar un coche o irnos de vacaciones; no se genera arte, por lo tanto no se genera belleza. Una familia que no educa es una familia sin alma, que no desempeña su principal misión, amar, porque solo se educa, se ponen límites, a quien se ama. Esta misión de los padres no puede ser sustituida por la escuela o por expertos como pedagogos.
Dolor y enfermedad: cómo explicarlas a los hijos
La vida tiene altos y bajos y nadie puede ahorrarnos los momentos de sufrimiento, ni de enfermedad, ni de dolor. Pero las penas compartidas en familia son menos penas. Por eso, acompañar al otro cuando sufre y sentirnos acompañados cuando sufrimos son cosas...