Los suecos no piensan en dinero cuando piensan en tener hijos. “En España la discusión es ‘me gustaría tener dos o tres bebés pero cuesta mucho’. En Suecia el planteamiento no es el dinero, sino el egoísmo, y la pregunta que se hacen es ¿quiero o no quiero tener descendencia?”. Así lo cuenta el catalán Jan Badosa, un mes después de haber sido padre de un pequeño llamado Leo en Malmö. Allí vive con Anna, su pareja sueca, a quien conoció a los 22 años durante una beca Erasmus en Lund y con quien gracias a su amor y a las ayudas de a la natalidad del país escandinavo piensa tener “al menos tres vikingos más”.
Cuidar a los hijos, sí, pero menos
Hubo un tiempo, no demasiado lejano, en el que a los niños no se les hacía demasiado caso. Sin ir muy lejos, la abuela de quien escribe, cuando un nieto o nieta se ponían pesaditos, recomendaba actuar ante ellos: “Como si fueran muebles”. Una mesa, una...