En los despachos que se dedican al derecho de familia, en la mayoría de los casos, se empieza hablando de “niños” y se acaba hablando de “dinero”. Las frases “que se lo quede todo yo solo quiero a mis hijos”, “a mis hijos nunca les faltara nada”, “lo único que me importa son mis hijos”, etc… son muy habituales. Lástima que no las grabemos; nos sorprendería escuchar cual es el centro de la discusión tres meses después.
Ser Felices por fascículos
Hay estudios que indican que durante la infancia lo más relevante es el afecto de la familia, mientras que durante la adolescencia lo son las relaciones con amigos, el éxito académico o deportivo o el desarrollo de la propia identidad. En esta línea, durante la...