El autor propone una reflexión desde la urgencia y necesidad de las parejas que afrontan procesos de separación. Están aumentando las demandas de personas que no están a gusto en su situación de pareja y deciden dar este paso que es extinguir la convivencia común, tanto si está vinculada a un contrato como si no. Este acto, en principio, responde a la decisión de dos adultos, o de uno de ellos, que considera que la vida en pareja no resulta satisfactoria ni feliz. Hasta aquí bien, pero qué pasa cuando hay hijos menores.
La educación en peligro: el sujeto desposeído
Que niños y niñas se preparan para la vida adulta mediante la imitación es un dato que la psicología contemporánea verificó con el pasar de los siglos, por ejemplo, con el condicionamiento de Thorndike o el aprendizaje social de Bandura. Pero, deberíamos preguntarnos,...