Dos terapias diferentes basadas en la familia son eficaces en la lucha contra la anorexia nerviosa en adolescentes, según revela un estudio que compara estos dos tratamientos para este trastorno alimentario que puede poner en peligro la vida de quienes lo padecen. Los hallazgos de este análisis multicéntrico dirigido por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, se suman a un creciente cuerpo de evidencia que apoya el valor de la participación de los padres en el tratamiento de la anorexia.
Los padres con más estudios alimentan mejor a sus hijos
El nivel de estudios de los progenitores influye en la frecuencia con la que sus hijos toman alimentos relacionados con la obesidad. Los niños de padres con bajo y medio nivel educativo comen menos verduras, frutas y más productos procesados y bebidas azucaradas.