Cuando la vida nos pone del revés hay que estar preparado para cambiar de papel y también para aceptar que casi nada dura eternamente, que tanto la salud como las relaciones humanas se desgastan, se erosionan. Solamente el amor grande de los cuidadores, su valiente humanidad y su generosa dedicación perdura y traspasa todas las generaciones en todas las familias, más allá de las casas, las residencias, los hospitales, los cementerios y las ciudades.
Fumar un solo porro puede cambiar el cerebro del adolescente
Los cerebros de los menores que consumieron una o dos veces en su vida marihuana tenían más materia gris en la amígdala y en el hipocampo, comparados con los que nunca la habían probado en su vida.