Cuando la vida nos pone del revés hay que estar preparado para cambiar de papel y también para aceptar que casi nada dura eternamente, que tanto la salud como las relaciones humanas se desgastan, se erosionan. Solamente el amor grande de los cuidadores, su valiente humanidad y su generosa dedicación perdura y traspasa todas las generaciones en todas las familias, más allá de las casas, las residencias, los hospitales, los cementerios y las ciudades.
¿Qué quieres ser de mayor?
Una de las mayores preocupaciones de los padres es el futuro profesional de sus hijos. Las nuevas generaciones cada vez están mejor preparadas y tienen más formación que las anteriores. El mundo es cada vez más competitivo y los padres son conscientes de la...