Cuando la vida nos pone del revés hay que estar preparado para cambiar de papel y también para aceptar que casi nada dura eternamente, que tanto la salud como las relaciones humanas se desgastan, se erosionan. Solamente el amor grande de los cuidadores, su valiente humanidad y su generosa dedicación perdura y traspasa todas las generaciones en todas las familias, más allá de las casas, las residencias, los hospitales, los cementerios y las ciudades.
La importancia de la familia…y de su defensa
Hoy cumplo 39 años. En mi perfil pongo que tengo 38. No pienso cambiarlo. Ya lo dejo por escrito en este post que son ya 39. Ufff, cómo pasa el tiempo. Lo gracioso es que estoy al borde de los cuarenta y me sigo viendo una jovencita. ¿Será que soy una inmadura? No me...