Cuando la vida nos pone del revés hay que estar preparado para cambiar de papel y también para aceptar que casi nada dura eternamente, que tanto la salud como las relaciones humanas se desgastan, se erosionan. Solamente el amor grande de los cuidadores, su valiente humanidad y su generosa dedicación perdura y traspasa todas las generaciones en todas las familias, más allá de las casas, las residencias, los hospitales, los cementerios y las ciudades.
Las dos Españas, en la segunda ola: la que sigue creciendo y la que vuelve a la crisis
Economía y salud van de la mano, eso es evidente. Pero las diferentes estrategias de gestión de la salud también tienen un gran impacto económico. Los datos más recientes apuntan que las comunidades que intentaron mantener abierta la hostelería pese a las dificultades...