El acoso escolar o ‘bullying’ está presente en uno de cada cuatro niños españoles, según recoge un informe elaborado por Cisneros X. Aunque en la mayoría de los casos los menores intentan ocultarlo, existen una serie de síntomas que ayudan a los padres a intuirlo.Normalmente, las personas que lo sufren son las que resultan más débiles y vulnerables a los demás. Es decir, aquellas personas con baja autoestima, que demustran menos habilidades físicas y sociales, o que tienen algo diferente, como por ejemplo llevar gafas.
La otra cara del acoso escolar: los que observan también tienen un papel
"El acoso no solo ocurre entre agresor y víctima; es un fenómeno social donde los observadores desempeñan roles cruciales que pueden perpetuar o detener el comportamiento violento. Comprender estos roles es esencial para diseñar intervenciones efectivas".