Aunque podría pensarse lo contrario, los uniformes escolares, aquellos que aborrecen los alumnos y que les igualan estéticamente, suponen un aliado para que los padres no discutan con sus hijos por las mañanas y sorteen la crisis a base del trueque, la segunda mano y un menor desembolso en ropa.
La conciliación es un mito. La culpa, no
La conciliación no existe. No al menos como nos la han vendido: ese mito del equilibrio perfecto donde una puede llegar a todo si se organiza bien, si se esfuerza, si no pierde el foco. Es mentira. No se trata de planificar mejor ni de ser más productiva. Se trata de...