Aunque podría pensarse lo contrario, los uniformes escolares, aquellos que aborrecen los alumnos y que les igualan estéticamente, suponen un aliado para que los padres no discutan con sus hijos por las mañanas y sorteen la crisis a base del trueque, la segunda mano y un menor desembolso en ropa.
La otra cara del acoso escolar: los que observan también tienen un papel
"El acoso no solo ocurre entre agresor y víctima; es un fenómeno social donde los observadores desempeñan roles cruciales que pueden perpetuar o detener el comportamiento violento. Comprender estos roles es esencial para diseñar intervenciones efectivas".