Los datos nos dicen que 1 de cada 3 adolescentes ya dispone de teléfono móvil antes de los 11 años. Y me pregunto si un niño de 9 o 10 años está preparado para acceder a determinado tipo de información. Supongo que la respuesta es obvia y compartida, por eso tengo cada vez más la sensación de que nuestros hijos se hacen adultos prematuramente, mientras que los mayores accedemos a una suerte de adultescencia generalizada, que nos hace pasar horas y horas guasapeando y tuiteando como quinceañeros.
Ser Felices por fascículos
Hay estudios que indican que durante la infancia lo más relevante es el afecto de la familia, mientras que durante la adolescencia lo son las relaciones con amigos, el éxito académico o deportivo o el desarrollo de la propia identidad. En esta línea, durante la...