Está claro que hay distintos niveles de errores que se le pueden permitir a un hijo o una hija, pero hay que permitirles que se equivoquen, que hagan su balance y aprendan de ello. Eso es algo que no podemos hacer por ellos, y no sería bueno privarles de tal experiencia. Ahora bien, es fundamental que asuman la responsabilidad de las equivocaciones, que vean todas las consecuencias de la decisión que han tomado y que han ejecutado, si no es así, si les suavizamos el “golpe” o les amortiguamos la caída, entonces, no sirve de nada.
La madre, pilar fundamental en la familia y en la sociedad
Fiesta simpática esta, la del Día de la Madre. Son infinitas las representaciones artísticas, en todas las culturas, en las que figura la madre con el hijo. En nuestra cultura cristiana esa tradición llega a la excelsitud de la Pietà y de todas las versiones de la...