Está claro que hay distintos niveles de errores que se le pueden permitir a un hijo o una hija, pero hay que permitirles que se equivoquen, que hagan su balance y aprendan de ello. Eso es algo que no podemos hacer por ellos, y no sería bueno privarles de tal experiencia. Ahora bien, es fundamental que asuman la responsabilidad de las equivocaciones, que vean todas las consecuencias de la decisión que han tomado y que han ejecutado, si no es así, si les suavizamos el “golpe” o les amortiguamos la caída, entonces, no sirve de nada.
«Tenemos que ver cómo flexibilizamos al máximo el horario laboral»
"Hablamos del equilibrio de todas las cosas que queremos hacer en esas 24 horas que son las que son. Simplificando, hablamos de cuatro grandes usos del tiempo: el trabajo remunerado, el descanso, el ocio y el cuidado –de uno mismo y de los demás–. En medio de esto...