Está claro que hay distintos niveles de errores que se le pueden permitir a un hijo o una hija, pero hay que permitirles que se equivoquen, que hagan su balance y aprendan de ello. Eso es algo que no podemos hacer por ellos, y no sería bueno privarles de tal experiencia. Ahora bien, es fundamental que asuman la responsabilidad de las equivocaciones, que vean todas las consecuencias de la decisión que han tomado y que han ejecutado, si no es así, si les suavizamos el “golpe” o les amortiguamos la caída, entonces, no sirve de nada.
La gran deslocalización que viene: «Trabajo desde casa para UK por 100.000€ y soy feliz»
Desde el paraíso del 'kitesurf', Cidre trabaja para una tecnológica con sede en Londres que le paga un sueldo inasumible para la mayoría de firmas españolas. "Cobro entre 90.000 y 100.000 y soy feliz", se ríe. "Antes no llegaba a los 50.000 en el mismo puesto para una...