“Hay niños que son más comilones, otros más inapetentes… y determinados alimentos pueden no gustarles, pero cuando un niño se porta mal en todas las comidas, o recurre al chantaje y a los lloros, lo más habitual es que esté llamando la atención de los padres”. La psicóloga Silvia Álava, coautora de ‘Cuentos para comer sin cuentos’, explica así el calvario al que muchos padres se enfrentan cuando llega la hora de la comida.
La gran deslocalización que viene: «Trabajo desde casa para UK por 100.000€ y soy feliz»
Desde el paraíso del 'kitesurf', Cidre trabaja para una tecnológica con sede en Londres que le paga un sueldo inasumible para la mayoría de firmas españolas. "Cobro entre 90.000 y 100.000 y soy feliz", se ríe. "Antes no llegaba a los 50.000 en el mismo puesto para una...