Tendemos a idealizar la infancia como un tiempo libre de preocupaciones pero tener pocos años no constituye un escudo frente a las situaciones de inestabilidad y los traumas por los que podrían pasar los niños en su día a día. Adaptarse a un nuevo colegio, superar el acoso o la presión de los amigos y despedirse de algún familiar querido requieren de una capacidad de afrontamiento que los padres pueden enseñar a sus hijos.
La soledad daña nuestra salud
Durante dos años, la ciudad de Nueva York, donde un millón de personas viven solas, fue un experimento sobre la soledad: nueve millones de personas aisladas con celulares y servicios de entrega a domicilio las 24 horas, apartadas de los lugares donde solían reunirse.