Llegan las vacaciones escolares. Los niños están cansados pero se frotan las manos porque durante casi tres meses van a poder hacer lo que les venga en gana. Los padres están asustados porque les esperan unos meses de descontrol y de lucha constante por la convivencia diaria las veinticuatro horas del día con sus hijos.
La sociedad del rendimiento: ¿rendir o rendirse?
Embelesada por la máxima del rendimiento, la sociedad actual está viendo cómo el ritmo frenético le pasa factura. Aunque para algunos se trata de una disyuntiva entre el crecimiento económico y el respeto por los límites individuales (y planetarios), quizá sea posible...