No cabe duda de que el nacimiento de un bebé es uno de los mayores desafíos al que se enfrenta una persona. Y por supuesto el cerebro cambia para hacerle frente. Está bien estudiado cómo se modifica en las madres, que entre otras cosas, experimentan un incremento en materia gris en las áreas asociadas al cuidado infantil y se activan redes relacionadas con la vigilancia, el placer y la motivación, para que el pequeño esté bien atendido. Y por supuesto se crean neuronas nuevas en el hipocampo que ayudan a estrechar los lazos con el retoño.
Educación prevé que Euskadi pierda en diez años el 20% de escolares de Infantil
El departamento de Educación ha detallado este martes que desde el curso 2018-19 al actual hay 2.300 alumnos menos en las aulas de 2 años y la previsión es que para dentro de diez años caiga un 20% esa cifra de escolares que acceden por primer vez al sistema educativo...