El viejo fatalismo malthusiano, según el cual los medios de subsistencia crecen en progresión aritmética mientras la población lo hace en progresión geométrica, puede reconsiderarse hoy día desde el prisma de la evolución demográfica en los países desarrollados, donde una masa activa cada vez menor sostiene a una población cada vez más numerosa, envejecida y longeva. En esta tesitura, revisar los supuestos del Estado de Bienestar es más una responsabilidad inaplazable que un capricho.
El profesor que casi acaba con su carrera por criticar la educación sueca: «Que España no nos imite»
Entre los años noventa y 2012, las notas de Suecia en PISA se desplomaron hasta convertirse en el país que más empeoró su rendimiento en la prueba internacional. Para Linderoth, no había una única explicación, y entre sus respuestas se encuentran tanto la...