Nunca me hizo demasiada gracia que mis hijos decidieran jugar al fútbol, pero por desgracia para mí no hago otra cosa que recorrer los pabellones y los campos de los diferentes equipos escolares de la provincia, y me encuentro siempre con el padre que piensa que tiene a Messi en casa y al entrenador que se cree Mourinho, y ambos se dedican a mostrar sus frustradas ambiciones futbolísticas a gritos en los partidos.
La otra cara del acoso escolar: los que observan también tienen un papel
"El acoso no solo ocurre entre agresor y víctima; es un fenómeno social donde los observadores desempeñan roles cruciales que pueden perpetuar o detener el comportamiento violento. Comprender estos roles es esencial para diseñar intervenciones efectivas".