El modelo de bienestar “familista”, según el cual las políticas públicas dan por supuesto que las familias deben asumir la provisión de bienestar de sus miembros, sigue penalizando a las mujeres y las reformas que se han ido produciendo no tienen la dimensión que se necesitaría para ajustarlas a las nuevas necesidades.
¿Qué será de nuestros hijos?
Circula por internet un pensamiento de Thomas Jefferson —siendo el tercer presidente de Estados Unidos— que es demoledor: “Si el pueblo permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y las instituciones que florecerán en torno a estos...