No hay duda de que tomar la decisión de divorciarse es la punta de un iceberg bajo el que se acumulan numerosos conflictos, falta de comunicación, dejadez, rutinas, celos, infidelidades, y que el coste emocional y psicológico de esta drástica ruptura es para ambos muy grande. Pero también lo es el económico, y más aún si tienen hijos.
El turbio negocio de las enfermedades mentales: así se disparó el consumo de psicofármacos en EEUU
La Asociación Psiquiátrica Estadounidense {APA) definió por primera vez en 198o la depresión de esta forma: si un paciente manifestaba un estado de ánimo disfórico, junto con otros cuatro sin tomas de una lista de ocho, durante dos semanas, se le diagnosticaba como...