No hay duda de que tomar la decisión de divorciarse es la punta de un iceberg bajo el que se acumulan numerosos conflictos, falta de comunicación, dejadez, rutinas, celos, infidelidades, y que el coste emocional y psicológico de esta drástica ruptura es para ambos muy grande. Pero también lo es el económico, y más aún si tienen hijos.
Un debate álgido en Japón: ¿los cónyuges pueden tener apellidos diferentes?
Los cónyuges deben compartir apellido en virtud de una ley que data de la era Meiji de Japón, que finalizó en 1912; en más del 95 por ciento de los casos, las mujeres adoptan el apellido de su marido. El gobierno japonés afirma que no conoce ningún otro país con una...