No hay duda de que tomar la decisión de divorciarse es la punta de un iceberg bajo el que se acumulan numerosos conflictos, falta de comunicación, dejadez, rutinas, celos, infidelidades, y que el coste emocional y psicológico de esta drástica ruptura es para ambos muy grande. Pero también lo es el económico, y más aún si tienen hijos.
La debacle demográfica en Europa, expuesta en este mapa con un invitado engañoso: Mónaco
Mala noticia: según las estimaciones de la ONU para 2025, en Europa no hay ningún país que llegue a esa deseada tasa de fertilidad.