Faber y Mazlish, en su libro Cómo hablar para que los niños escuchen y como escuchar para que los niños hablen aseguran que cuando los niños y las niñas se sienten bien se comportan bien. Sabemos que los seres humanos tendemos a ser menos simpáticos, agradables, amables o comprensivos si estamos cansados, tenemos hambre o nos duele algo. No mostramos nuestra mejor cara cuando estamos tristes, preocupados, nerviosos o desasosegados.
Por una conciliación familiar real: la urgencia de apostar por la flexibilidad laboral para que los padres pasen tiempo de calidad con los hijos
Los padres y madres lo tienen claro. Entre las medidas de conciliación que proponen, según el estudio de Edenred, apuestan por la jornada intensiva, recibir más ayudas para la crianza, como cheques-guardería, pago de libros o comedor, más vacaciones o mayor...