“Yo suelo suspender”, “se me dan mal los estudios”, “no soy de sobresaliente”… “mi hijo no vale para estudiar”, “no se pone”, “no tiene voluntad”, “le falta base”… Este tipo de expresiones son repetidas a menudo por alumnos y padres de estudiantes que sufren fracaso escolar. Un grave problema que en España afecta a más del 25% de los alumnos y que no sólo tiene consecuencias para su formación y su futuro profesional, sino que empeora las relaciones familiares hasta el punto de convertirse en uno de los principales detonantes de las discusiones en el hogar.
No estamos preparados para ser padres, pero si para educar en Nuevas Tecnologías
Nuestros jóvenes…, “consideran que no están preparados para ser padres, pero sí lo están para incorporarse al mercado laboral e incluso se consideran preparados para educar a sus hijos en las Nuevas Tecnologías”.