“Yo suelo suspender”, “se me dan mal los estudios”, “no soy de sobresaliente”… “mi hijo no vale para estudiar”, “no se pone”, “no tiene voluntad”, “le falta base”… Este tipo de expresiones son repetidas a menudo por alumnos y padres de estudiantes que sufren fracaso escolar. Un grave problema que en España afecta a más del 25% de los alumnos y que no sólo tiene consecuencias para su formación y su futuro profesional, sino que empeora las relaciones familiares hasta el punto de convertirse en uno de los principales detonantes de las discusiones en el hogar.
Sanidad vuelve a estudiar la relación de las vacunas del Covid y la menstruación
«Se han dado a conocer recientemente los resultados de dos estudios que sugieren un aumento en la frecuencia de estos trastornos tras la vacunación con cambios leves y transitorios en los ciclos menstruales, por lo que se ha iniciado una nueva evaluación de la posible...