Familias que apenas comparten una vida en común, en las que brilla el respeto por su ausencia. Es el caldo de cultivo de lo que puede desembocar en agresiones de hijos a padres, una realidad latente que conoce el psicólogo Alberto Ruíz de Alegría, director de la Fundación Norbera, que cada año atiende 200 casos en Gipuzkoa. “Los padres tienen que saber frustrarles, ponerles límites desde la infancia y cuidar las relaciones afectivas”, recomienda.
El uso de mascarillas se politizó sin remedio. Pero hay otras opciones
"La realidad es que, a pesar del deseo de vivir como si la covid ya no fuera una amenaza, ahora mismo Estados Unidos no tiene las protecciones necesarias para que eso sea posible. Una de las medidas más importantes es lograr que los edificios en el país tengan una...