El padre de Sonia abrió la puerta de la habitación del hospital y anunció, radiante, a su esposa: “¡Hemos tenido una niña! Y es rubita”. Estaban haciendo pruebas al bebé y ella aún tendría que esperar “horas” para tenerla en brazos. No se conocía todavía la importancia de estimular la lactancia de forma temprana ni de que el recién nacido sienta el abrigo de estar piel con piel.
Carta a un joven español
Querido joven español: Quien esto escribe es también joven, como tú. Tenemos menos de 35 años, hijos pequeños, hipoteca, estudios universitarios y luchamos por labrarnos, como tú, un futuro profesional en España. Sirva esta pequeña ‘descarga personal de...