El padre de Sonia abrió la puerta de la habitación del hospital y anunció, radiante, a su esposa: “¡Hemos tenido una niña! Y es rubita”. Estaban haciendo pruebas al bebé y ella aún tendría que esperar “horas” para tenerla en brazos. No se conocía todavía la importancia de estimular la lactancia de forma temprana ni de que el recién nacido sienta el abrigo de estar piel con piel.
La generación Z no cree en el protector solar. Se equivocan
Un estudio realizado entre 1986 y 1996 reveló que los jóvenes de entre 18 y 24 años (que ahora son de mediana edad) eran más propensos que los adultos a acudir a las cabinas de bronceado y sufrir quemaduras solares.