El padre de Sonia abrió la puerta de la habitación del hospital y anunció, radiante, a su esposa: “¡Hemos tenido una niña! Y es rubita”. Estaban haciendo pruebas al bebé y ella aún tendría que esperar “horas” para tenerla en brazos. No se conocía todavía la importancia de estimular la lactancia de forma temprana ni de que el recién nacido sienta el abrigo de estar piel con piel.
Barcelona pierde habitantes
La natalidad en Barcelona cae en picado. En el 2021 se registraron tan solo 11.510 nacimientos, la cifra más baja desde el final de la Guerra Civil en 1939. Este dato es muy preocupante porque acelera el progresivo envejecimiento de la población, con todos los...