Se conocieron en una oficina. Trabajaban para el mismo cliente y pasaron meses escribiendo proyectos y presentaciones, acudiendo a reuniones, preparando presupuestos… Luego, llegó el amor. Después, la boda. Más tarde, las gemelas. Y, de pronto, la vida doméstica de Caitlin y Andrew Friedman era un caos. Conciliar su intensa vida profesional con las obligaciones domésticas se había convertido en una odisea diaria. Entonces, tuvieron un momento de lucidez.
‘Millennial’, frustrada y madre: «¿Por qué no tengo la paciencia de la madre de Caillou?»
¿Se puede tener grandes aspiraciones laborales y ser el mejor de los mejores en todo? A los millenials españoles les vendieron el sueño americano de la generación anterior. “He 'pospuesto' los hitos de la vida adulta. No me compré una casa hasta los 37 y porque me fui...