Vivimos en un ambiente que muchos expertos califican de “obesogénico”, es decir, que incrementa las posibilidades de que los niños padezcan obesidad. Nuestro entorno dificulta la lactancia materna, facilita que nuestros hijos sean sedentarios, pone a su alcance máquinas expendedoras de comida que en realidad no es del todo ‘comida’, abarata los alimentos calóricos e incluye una publicidad constante de alimentos insanos.
El enésimo problema de Rusia: no hay bebés para tanta guerra
En los últimos seis meses, las autoridades rusas han iniciado una cruzada contra el derecho al aborto, que pretenden tipificar como delito, así como poner en práctica otras medidas como persuadir a la mujer de que no interrumpa el embarazo, y presionar a las clínicas...