Gritar a los adolescentes o utilizar un lenguaje agresivo para recriminarles su actitud puede ser tan perjudicial como pegarles. Es la conclusión de un estudio de investigadores de las universidades de Pittsburgh y de Michigan que se ha publicado en la revista Child Development. El estudio sostiene que los gritos no van a reducir o corregir los problemas de comportamiento sino que, al contrario, pueden agravarlos.
‘Perrhijo’: cuando el perro es algo más
Según una encuesta de la Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas (APPA, por sus siglas en inglés) realizada en el último mes de mayo, el 81% de los millennials admite querer más a su mascota que a ciertos miembros de su familia. “No considero que quiera a...