Los niños son más susceptibles a las radiaciones ultravioletas: la exposición solar aumenta el envejecimiento cutáneo y el riesgo de cáncer. Hasta el primer año, los bebés no deben ser expuestos al sol directamente. A partir de los tres años, se recomienda una protección total del niño.
Para educar hay que hablar
El otro día estuve observando a unos padres que estaban enseñando a su hijo de unos 5 o 6 años a montar en bici. Los padres iban colocando con precisión coderas, rodilleras, casco, protector bucal y, mientras, le iban explicando la importancia que tienen para prevenir...