Los niños son más susceptibles a las radiaciones ultravioletas: la exposición solar aumenta el envejecimiento cutáneo y el riesgo de cáncer. Hasta el primer año, los bebés no deben ser expuestos al sol directamente. A partir de los tres años, se recomienda una protección total del niño.
«La Paradoja de la hipercomunicación es la soledad»
"El estudio que hizo el Gobierno hace poco sobre cuánto está perjudicando la tecnología a los jóvenes muestra hasta qué punto fue un error sustituir los libros por las tablets, porque la dependencia adictiva de las pantallas ha repercutido en la falta de atención y en...