No hay nada como vivir en familia. Pero hay quien no la tiene. O como si no la tuviera en un momento dado, porque no se puede hacer cargo de él. Es entonces cuando aparecen las familias de préstamo, familias que lo son de corazón, aunque no biológicas, pero que dan el cariño y la estabilidad que se busca en el hogar.
La soledad daña nuestra salud
Durante dos años, la ciudad de Nueva York, donde un millón de personas viven solas, fue un experimento sobre la soledad: nueve millones de personas aisladas con celulares y servicios de entrega a domicilio las 24 horas, apartadas de los lugares donde solían reunirse.