No hay nada como vivir en familia. Pero hay quien no la tiene. O como si no la tuviera en un momento dado, porque no se puede hacer cargo de él. Es entonces cuando aparecen las familias de préstamo, familias que lo son de corazón, aunque no biológicas, pero que dan el cariño y la estabilidad que se busca en el hogar.
El consuelo de la Quiet Ambition
"A partir de 2008, la relación entre sacrificio y expectativas se truncó. El sacrificio se hacía mayor en los sectores azotados por la recesión, y la recompensa, más improbable. Las empresas exigían más por mucho menos. Ser becario dejó de ser una gatera de entrada a...