Se dice que nunca antes en la historia del hombre hemos mimado y sobreprotegido tanto a nuestros hijos, y es bastante posible que así sea. Una de las críticas más habituales realizadas a los padres modernos es que han intentado, por todos los medios, que sus hijos no sufran lo más mínimo, y que no realicen grandes esfuerzos. Pero, de esa manera, al llegar a la edad adulta no están preparados para afrontar los retos, dificultades y peligros que encierra esta etapa vital. Una reciente historia ocurrida en Francia ilustra bien esta situación, y nos lleva a preguntarnos si no estaremos yendo demasiado lejos en la protección de nuestros hijos.
Dolor y enfermedad: cómo explicarlas a los hijos
La vida tiene altos y bajos y nadie puede ahorrarnos los momentos de sufrimiento, ni de enfermedad, ni de dolor. Pero las penas compartidas en familia son menos penas. Por eso, acompañar al otro cuando sufre y sentirnos acompañados cuando sufrimos son cosas...