La mayor parte de las personas que cuidan a familiares enfermos de manera continuada sufren un importante desgaste emocional. Manifiestan que se sienten nerviosas, muy tensas, en alerta y preocupadas durante la mayor parte del día. Perciben que no tienen vida propia, que poco a poco van abandonando hábitos saludables, no duermen bien, no tienen ocio, no se cuidan físicamente. Salen con menos frecuencia con las amistades, no se sienten valorados ni comprendidos ni apoyados por el resto de la familia y van desarrollando un sentimiento de soledad y de tristeza intensos.
Once ejercicios sencillos para que tus hijos toleren mejor la frustración
Para que las criaturas no se conviertan en adultos infelices e insatisfechos es fundamental hablarles de la frustración. La autoestima, el aprendizaje y la salud mental beben del miedo a caerse, errar o quedar los terceros.