La mayor parte de las personas que cuidan a familiares enfermos de manera continuada sufren un importante desgaste emocional. Manifiestan que se sienten nerviosas, muy tensas, en alerta y preocupadas durante la mayor parte del día. Perciben que no tienen vida propia, que poco a poco van abandonando hábitos saludables, no duermen bien, no tienen ocio, no se cuidan físicamente. Salen con menos frecuencia con las amistades, no se sienten valorados ni comprendidos ni apoyados por el resto de la familia y van desarrollando un sentimiento de soledad y de tristeza intensos.
Doce sugerencias para enseñar a comer bien a tus hijos
Incorporar pronto al niño a las comidas familiares: La comida es también un acto social, al niño pequeño se le debe sentar a la mesa de la familia muy pronto para que vea comer a sus mayores, que vea cómo los demás gozan comiendo. No hacer de esta conducta un acto...