Cuando una piensa en aquellas épocas de la historia en las que el matrimonio era para siempre, pasara lo que pasara, cuesta creerlo. Si el amor moría, no importaba: el dedo acusador señalaba para siempre, y a tragar. Si el marido era violento, dictador y tirano, no importaba: el dedo acusador señalaba para siempre, y ni siquiera se investigaba la situación. Si la mujer era una acosadora psicológica, no importaba: el dedo acusador señalaba para siempre. Con lo cual se llegaba a verdaderas tragedias familiares y mucho sufrimiento.
Detalles a tener en cuenta al castigar a tu hijo adolescente
Estas son las causas de desobediencia más frecuentes. Aprende a acertar con la sanción pertinenteLa adolescencia es un periodo de desarrollo personal que tiende relacionarse con la rebeldía. Cuando nuestros hijos se comportan de una manera inadecuada, muchos padres...