Es algo que todas las madres del mundo ya sabíamos, sabemos que existe algo especial, invisible, que nos une a nuestros hijos por y para siempre. Algo que nada ni nadie puede compartir por más que algunos se obcequen en negarlo, igualando al cien por cien el papel materno y paterno. No, no somos iguales. En este caso somos infinitamente superiores, porque la maternidad es algo trascendente, mágico, que ellos no pueden compartir.
El cambio demográfico desafía las políticas educativas en Cataluña
“Si los estudiantes más vulnerables reciben más apoyo para compensar su desventaja de partida –señaló Daniel Salinas, analista principal para el informe PISA en España–, es muy posible que sus resultados educativos mejoren”. Y si mejoran, continuó, la sociedad...