Las relaciones con los pares facilitan la transición de la infancia a la vida adulta. Todos los adolescentes valoran las opiniones de sus coetáneos y establecen relaciones en grupo basadas en la presión social, que pueden ser constructivas, al estimular conductas socialmente convenientes, o destructivas, fomentando conductas de riesgo como el consumo de drogas.
La relación entre abuelos y nietos puede ayudar a prevenir el Alzheimer o la demencia senil
"El tiempo que comparten juntos les ayuda a mejorar los test de habilidades cognitivas de los mayores, pues el papel que juegan los abuelos a nivel social les genera una sensación de utilidad y de pertenencia".