Que unos padres acaben imputados por un delito de abandono de familia por las faltas reiteradas de sus hijos a clase no es habitual, pero ocurre y tiene castigo. La ley recoge penas de prisión de entre tres y seis meses de cárcel y el pago de multas considerables para los progenitores de los menores que hacen pellas de forma habitual. El motivo: el incumplimiento de una de las obligaciones familiares, la garantía de la educación.
Pautas infalibles para que tu hijo tenga buenos amigos
Seguro que en más de una ocasión su hijo ha salido del cole con gesto fruncido porque sus amigos no han querido jugar con él: “Marcos se ha ido con David y no ha querido estar conmigo en el recreo”, “ya no soy amiga de Marta porque no ha jugado con...